Con una niña dormida, soñando cine, he querido representar la esperanza de
una juventud que aprecie la cultura. Que vea un cine de calidad y que tenga un
aprecio por el cine europeo tan injustamente olvidado en las ultimas
generaciones a favor del cine comercial americano. Para ello he utilizado la
línea, en la que me recreo con su belleza pura y sencilla. Los trazos se mueven
por todo el mural creando una conexión entre todos sus elementos figurativos y
formando por si solos un elemento más. Acompañando la línea hay grandes manchas
de color.
El color rojo de la pared me invito a utilizar grises y verdes con muy poca
saturación y un turquesa como color complementario para dar mas fuerza al
conjunto.
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